Cerrando ya el mes de febrero y centrádonos en lo ocurrido con la normativa SEPA, como era de esperar ha habido que prorrogar su completa y obligatoria implantación, puesto que los profesionales, entidades bancarias, intermediarios, particulares y en definitiva todo agente que intervenía en una operación interbancaria, nos veíamos a pocos días vista para que el reloj que marcaba la cuenta atrás en la página de SEPA España llegase a cero.
Has sido pocas las respuestas y soluciones que se nos han facilitado por parte de las diferentes entidades oficiales. La cuenta atrás del citado reloj ha sido lo único que ha funcionado correctamente.
Si nos centramos en las operaciones de domiciliación bancaria (el antiguo Cuaderno Norma 19), que a nuestro entender son las que mayor problemas pueden generar, no tanto otro tipo de operaciones como pudiera ser las transferencias bancarias, siendo éstas más sencillas y fáciles de controlar.
No vamos a entrar en temas técnicos de la normativa, sino únicamente es lo que son los aspectos más prácticos y en lo que hemos podido detectar en estos escasos veintipico días de trabajo que es lo que está sucediendo.
Lo que está claro es que la prórroga que se ha tenido que dar por un plazo de varios meses, ha evitado la paralización real del país, en el sentido de operaciones bancarias, puesto que tras numerosos intentos de funcionamiento bajo la normativa SEPA, pocos, muy pocos por desgracia, han funcionado correctamente.
A parte de ello, las estimaciones oficiosas indican que aproximadamente un 20% de la antiguas cuentas bancarias han tenido que ser revisadas y con todo, no está claro que funcionen correctamente los IBAN es facilitados. Muchas entidades han devuelto en bloque todas las facturaciones que reconocen eran correctas, un caso significativo es la entidad bancaria de Bankia, que vemos, según nuestra experiencia, es de las que peor adaptada se encuentra a esta nueva normativa.
Debemos de dar un importante toque de atención a los clientes de antiguas entidades que fueron fusionadas y siguieron utilizando los códigos de cuenta antiguos, puesto que en la mayor parte de los casos no son reconocidos, en esta circustancia, tenemos constancia al menos de la antigua Caixa Penedés, actualmente Banco Mare Nostrum…
Lo que es vital en todos los actores intervinientes en este proceso, es que haya paciencia y voluntad de colaboración y mucho más en este caso por su complejidad.
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