Por diferentes motivos, una Comunidad de Propietarios puede decidir iniciar un proceso de modificación de los Estatutos que rigen parte del funcionamiento de la misma.
Sin duda, si llegado el caso se iniciara el citado proceso, la Comunidad que lo hiciera estaría ante uno de los procesos más largos y complicados a los que técnica y jurídicamente se puede ver sometida, puesto que con los paulatinos cambios y modificaciones de la Ley de Propiedad Horizontal han quedado muy pocos temas que requieran la necesidad de unanimidad de los propietarios, es decir el acuerdo expreso o tácito de la totalidad de los propietarios, para decidir sobre algún asunto en concreto.
Las fases para intentar llevar a cabo este procedimiento serían de forma resumida las siguientes:
- Realizar un completo y exhaustivo análisis de los Estatutos a modificar, motivando la iniciativa en una base jurídica y lógica, que justifique esta medida y buscando el mayor beneficio posible para la Comunidad.
- Convocar legalmente Junta General, recomendablemente monotema y Extraordinaria, para tratar este asunto y proceder a su votación, dejando muy claro el resultado de la votación y de existir votos desfavorables identificar a los propietarios que votaron de esta forma.
- Enviar de forma fehaciente a todos los propietarios copia del acta de la Junta, para que tengan conocimiento de la misma, su resultado y puedan bajo amparo legal tomar las decisiones que estimen oportunas. Recordamos que la ley en caso de no decantarse por ninguna alternativa en caso de votación, entiendo que el propietario no asistente se uniría a la mayoría.
- Si pasados los 30 días naturales pertinentes de la recepción del acta y la totalidad de propietarios votaron a favor, se podría ir al Registro de la Propiedad a modificar los mismos, siempre y cuando se justificaran la realización de los pasos anteriores de forma correcta.
- Si por el contrario, no se ha llegado a conseguir la unanimidad que se exige, la Comunidad podrían demandar judicialmente a cada uno de los propietarios que votaron en contra e iniciar un proceso judicial en donde deberán defender su postura y que sea el juez el que decida.
Como decimos es un proceso largo y complicado que por la mayoría que requiere no suele prosperar con éxito, aunque para casos muy llamativos existe como hemos reflejado la vía judicial para poderlo solucionar.
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